Crear espacios laborales que apoyen a empleadxs sobrevivientes: Una entrevista con Sonya Passi de FreeFrom
Hace unos meses vimos un hilo de Twitter de FreeFrom, una organización que apoya a lxs sobrevivientes de violencia doméstica, en el que describían porqué la organización decidió que su sueldo base fuera de $65,000 dólares. Naturalmente, despertó nuestra curiosidad. Necesitábamos saber más. A medida que leíamos su hilo de tuits, supimos que también tenían políticas que aseguraban que lxs empleadxs pudieran dejar relaciones abusivas y tomaran vacaciones de verdad—políticas nunca antes vistas en una organización sin fines de lucro. Entonces, decidimos contactar directamente a FreeFrom para preguntarles cómo habían creado un espacio laboral que apoye a empleadxs sobrevivientes con políticas equitativas. Aquí está nuestra entrevista:
¿Pueden contarnos un poco sobre FreeFrom, su organización?
FreeFrom es una organización a nivel nacional cuya misión es desmantelar el nexo entre la violencia doméstica y la inseguridad financiera. Esta violencia es un problema sistémico en nuestra sociedad, tenemos una profunda falta de infraestructura para abordar el tema, y nuestro trabajo es crear esa infraestructura para que lxs sobrevivientes tengan los recursos que necesitan para respaldar su confianza, seguridad, consolidación de poder colectivo, y sanación generacional.
Recientemente, FreeFrom posteó en Twitter que la organización tiene un salario base de $65,000 dólares. ¿Pueden contarnos lo que eso significa y por qué decidieron tener un salario base para todxs lxs empleadxs?
Tener un salario base de $65,000 dólares significa que nadie en nuestra organización gana menos de esa cantidad al año. No importa qué puesto tengan, su formación, o nivel educativo, todxs lxs empleadxs de FreeFrom ganan un salario digno, de por lo menos $65,000 dólares anuales. Y eso es sólo el salario base—no incluye prestaciones.
A veces nos enteramos, por medio de lxs empleadxs, que quienes lideran las organizaciones creen que pagarle a sus trabajadores una cantidad mayor al salario mínimo es innecesario, demasiado caro, y/o que las personas no necesitan tanto dinero cuando tienen un puesto de nivel básico. ¿Pueden contarnos por qué piensan que crear este salario base fue importante para FreeFrom?
Cuando me preguntan: «¿cómo pueden costear esos salarios?», contesto que «no podemos no hacerlo». El salario mínimo es sinónimo de mala economía. Los salarios de nuestro staff se basan en los siguientes principios:
El movimiento de las organizaciones sin fines de lucro no es sostenible y el agotamiento y la rotación constante de personal que vienen con los salarios insuficientes son innecesarios, pues terminan costando más debido a las constantes interrupciones en la productividad, costos de recontratación, costos de entrenamiento. Eliminamos todo eso pues pagamos bien desde el inicio.
FreeFrom es una organización comprometida a contratar sobrevivientes. Sabemos que la sanación es increíblemente cara—los CDC estiman que la violencia de pareja le costará a unx sobreviviente mujer o feminizadx aproximadamente 104 mil dólares. Para cubrir esos costos, sanar y prosperar, lxs sobrevivientes necesitan un ingreso que supere por mucho los costos cotidianos.
Estamos comprometidxs a contratar personas QTBIPOC y apoyar su proceso de sanación. Nuestro equipo está integrado por universitarixs de primera generación que no tienen riqueza generacional a su nombre.
Sabemos que la mayoría de lxs empleadxs pasan 8 horas a la semana preocupadxs por dinero. Pagar bien es bueno para la productividad.
FreeFrom también tuiteó un hilo sobre prestaciones para empleadxs, incluyendo: baja menstrual ilimitada, vacaciones ilimitadas con un estipendio de $1,500 dólares, cuatro meses de baja parental, aportes del 5% al fondo de retiro 401k, un estipendio para construir riqueza de $2,000 dólares en gastos reembolsables para adquisición de bienes inmuebles o soluciones para manejo de deudas, un presupuesto de crecimiento personal y profesional para gastos como coaching financiero, tratamientos de reemplazo de hormonas para la afirmación de género, baja pagada y protegida por violencia de género. Y, durante COVID, FreeFrom provee supervisión gratuita para lxs hijxs del staff durante sus ‘clases de zoom’, para que el staff no tenga que desempeñar dos labores al mismo tiempo. ¡Wow! ¿Pueden contarnos cómo concluyeron que debían implementar estas prestaciones y porqué?
Estamos comprometidxs con la creación de una cultura laboral en este país en donde lxs sobrevivientes puedan prosperar, porque sabemos que no hay seguridad sin seguridad económica y ésta tampoco existe sin una fuente de ingresos. Ese trabajo, para nosotrxs, empieza desde adentro. Siempre estamos a la escucha de nuestro equipo y aprendiendo juntxs sobre qué contribuiría a que nuestro espacio laboral esté mejor informado sobre lxs sobrevivientes, y que sea un lugar donde las personas puedan prosperar para llegar a la mejor versión de sus trabajos.
Como empleadores, tenemos una tremenda responsabilidad para crear las condiciones en las que el staff pueda estar bien. La violencia de género es un problema sistémico creado y perpetuado por nuestra sociedad, lo cual significa que todas nuestras instituciones tienen un rol para lograr interrumpir este ciclo y hacerse responsables de ello. Al igual, nuestros espacios laborales necesitan abordar más el racismo, se necesita hacer más para crear espacios que apoyen a lxs sobrevivientes.
¡Nunca habíamos escuchado sobre un estipendio vacacional! No sabíamos que lxs empleadores reembolsarían a lxs empleadxs por tomarse unas vacaciones! ¿Qué significa eso?
Es muy importante para nosotrxs que nuestro staff esté bien. No estamos operando un modelo laboral explotador. Y eso también significa luchar para que no suceda.
Hemos tenido una política de vacaciones ilimitadas desde hace varios años ya, pero, somos un equipo de sobrevivientes. Significa que la mayoría de nosotrxs tiene una relación muy nueva con el descanso y con el cuidado personal. Lo que notamos es que muchas personas no tomaban suficiente tiempo libre, aunque éste estuviera disponible y aunque se les animara a tomar ese tiempo. Añadimos un estipendio para vacaciones que fuera un incentivo aún mayor.
FreeFrom está enfocada en apoyar a lxs sobrevivientes de violencia doméstica, por lo que son expertxs en lo que lxs sobrevivientes necesitan, lo cual a veces incluye tiempo fuera del trabajo. ¿Pueden decirnos algo acerca de las políticas pagadas de protección de sus empleadxs por violencia de género? ¿Por qué todas las organizaciones deberían tener algo similar?
El 60% de lxs sobrevivientes pierden sus empleos como resultado del abuso. Generalmente, es porque tienen que escoger entre priorizar su seguridad y asistir al trabajo porque no tienen suficiente tiempo libre acumulado. Además, si necesitas tiempo para ir al hospital por las heridas, o a un tribunal para obtener una orden de restricción, o a ver apartamentos para reubicarte, no estás ni «enfermx» ni «de vacaciones», por lo que no puedes usar ninguna de esas bajas para cuidar de ti mismx. La violencia de género es creada y perpetuada por nuestra sociedad—implementar una política que brinde tiempo específico para lidiar con el impacto de este tipo de daños es nuestra manera como empleadores de reconocer nuestro poder y nuestra responsabilidad como pilares de nuestra sociedad.
No somos el único espacio laboral que tiene esta política—muchos otros espacios la han adoptado, incluyendo Berkshire Bank, Facebook, y Blue Shield de California. Nuestra esperanza es que esto se normalice como un tipo de baja, y que se asegure a lxs sobrevivientes que no están perdiendo su fuente de ingreso, es decir, su seguridad financiera, porque necesitan cuidar de sí misxms.
Tampoco hemos escuchado de un estipendio para construir riqueza. Cuéntanos más sobre porqué FreeFrom decidió crearlo.
Como mencioné antes, FreeFrom está comprometido a contratar QTBIPOC y sobrevivientes—en otras palabras, personas que están solventando el costo extraordinario de ser lastimadxs sin mucha (o ninguna) riqueza generacional que sirva de apoyo.
En nuestros esfuerzos por apoyar a nuestro staff para prosperar, y para construir bienestar duradero a largo plazo, creamos esta prestación este año. Es dinero que el staff usa para gestionar deudas, ahorrar para un enganche, para el retiro o para la educación de sus hijos, para invertir, entre otras cosas.
¿Qué le dirías a lxs demás líderes que están considerando implementar políticas similares? ¿Fue difícil venderles esta idea a lxs financiadores?
Somos muy afortunadxs de tener un financiamiento 100% privado y de tener el apoyo de lxs financiadores, quienes además ven la eficacia de nuestro trabajo. Al final del día, cuando alguien invierte en ti, quieren saber que están gastando su dinero eficazmente en el objetivo por el que se está trabajando. FreeFrom ha logrado muchísimo en sus primeros cuatro años y medio. Cuando nos preguntan cómo es posible que «hagamos tanto», les explico que empieza con invertir en el bienestar del equipo.
¿Qué consejo ofrecerías al liderazgo de otras organizaciones sobre proveer salarios dignos y prestaciones como estas para sus empleadxs? ¿Cuál es la ventaja?
Diría que si te pones a la defensiva o te bloqueas cuando te enteras de ideas como estas, investiga el porqué de ese sentimiento. Algo que escucho a menudo es: «bueno, si esas eran las circunstancias que yo enfrenté, ¿por qué tendría que ser diferente para mis empleadxs?». Lo que quisiera decirle a esas personas es: «lamento mucho que haya sido así para ti, eso debe haber sido muy difícil». También escucho cosas como «pero estamos haciendo lo que nos apasiona, no es por dinero». En tanto que las personas que trabajen en algo que les apasiona tengan que pagar renta e impuestos como todxs lxs demás, también se trata de dinero.
La cultura laboral de nuestra sociedad no es sana y la mayoría de nosotrxs no ha tenido ninguna otra opción más que aceptarla tal y como es. Tenemos mucho qué hacer para sanar a nivel colectivo, comunitario e individual, y eso empieza cuando investigamos qué sentimientos de valor, vergüenza y miedo se presentan cuando analizamos nuestra propia relación con el dinero.