Una meditación por el movimiento

A pesar de lo duro que es este momento, el Tribunal Supremo, en todo su poder para proteger (o, a decir verdad, negar) nuestro derecho de tomar decisiones sobre nuestros cuerpos y familias, nos está dando la oportunidad de soñar en grande, más amplia y plenamente para nuestra gente. Esta realidad es ofensiva y dañina. Para decirlo con sutileza: este es el momento, camaradas. La revolución ha llegado, y este es el momento de levantarnos, quedarnos quietxs y respirar profundamente. Recordemos que nos tenemos lxs unxs a lxs otrxs, y aunque no nos caigamos bien todo el tiempo (o, en muchos casos, en absoluto) somos lo único que tenemos.

 Tiene sentido que hagamos cambios en nuestro movimiento apoyándonos en nuestros conocimientos, habilidades y experiencias. Pero no hemos comprobado que nuestra conciencia y nuestras vidas también estén profundamente inmersas en una revolución personal. Es normal que todos los aspectos de nuestro trabajo estén en transición en tiempo real para que se den los cambios necesarios de una revolución.

 En los últimos meses, nuestro movimiento ha cambiado. Mucho. Hemos lidiado con el racismo y la antinegritud, el acoso sexual, la explotación laboral, el desmantelamiento de los sindicatos, la financiación y las estructuras siempre cambiantes, una pandemia mundial, la brutalidad policial televisada y mucho más. Esas conversaciones abrieron heridas que aún no han cicatrizado del todo; tal vez tu clínica o tu organización siga lidiando con los efectos colaterales. Es normal que haya mucha rotación de personal cuando se está intentando desmantelar el trabajo. Es normal tener conflictos profundos con lxs demás cuando no hemos abordado los conflictos profundos que tenemos nosotrxs mismxs. Es normal sentir pánico cuando se está destripando nuestro trabajo hasta la fecha, mientras el mundo está sumido en temores muy reales sobre pandemias, cambio climático y guerras. A mí también me sacude la realidad de todo esto, y más. Pero sigo aquí, y tú también.

 Con todo lo que está ocurriendo, te invito a que me acompañes en una meditación, un momento para hacer una pausa y pensar en cómo nos presentamos en este movimiento, tanto con nosotrxs mismxs como con todxs lxs que nos rodean. Cierra todas las demás pestañas del navegador, pon las notificaciones en "no molestar" y acompáñame un momento:

 Todxs podemos elegir cómo nos dirigimos a nosotrxs mismos, y podemos ser responsables de la forma en que nuestro monólogo interior nos anima a estar en nuestro mundo laboral. Si nos tomamos el tiempo para Ser, Respirar y Creer, vamos a salir adelante juntxs y unidxs.

 Ahora, respira profundamente y exhala con un suspiro, y grita, llora o gime. Todo es aceptable.

 Reflexiona sobre cómo se siente instalarse en las grandes y pesadas verdades de lo real, y libéralo.

 Esta conversación es un tiempo y un espacio para cuidar de ti mismx y permitir que tu corazón sea visible en este trabajo simplemente porque existes en el mundo.

 Puede que tu trabajo dentro de este movimiento sea el propósito de tu vida, pero si no has profundizado en tus pasiones personales recurriendo a tu imaginación, nuestro impacto será débil. Nos merecemos el tiempo y las oportunidades para fortalecernos de manera intencional. Nos merecemos el espacio para ser vulnerables y así poder estar cómodxs dentro de la realidad de nuestras historias.

 Aunque sé mucho acerca de la gente y de nuestro movimiento, no voy a pretender conocer a cada persona junto con todas sus experiencias, contextos e identidades. Sin embargo, gracias a mis superpoderes en materia de traumas, sé cómo desescalar las crisis internas y las respuestas a las amenazas externas con intencionalidad y cuidado.

 En este momento, quiero celebrar la medicina de las plantas, desde sorber y bañarme con mis mezclas de té de hierbas, hasta fumar e ingerir cannabis como regalos de paz, ritmo y claridad para apoyar mi equilibrio personal en las crisis. Si tú también los tienes, únete a mí.

 Localiza las herramientas que te apoyan con el equilibrio personal en las crisis y úsalas con intención. Controla el ritmo para reconocer la diferencia entre consentirse para desescalar internamente y consentirse para escapar. Luchamos entre el equilibrio de la desescalada interna y el escape, porque buscamos el equilibrio entre el lugar donde estamos y lo que necesitamos ahora mismo con las posibilidades del futuro.

 Nuestro ámbito, la justicia reproductiva, nos enseña a luchar por lo que es urgente, a apreciar lo que tenemos y a construir los sistemas y estructuras que nos permitan vivir dignamente. La justicia reproductiva sitúa nuestro trabajo en un ciclo vital que hemos encarnado en nuestros roles y talentos dentro del trabajo, y menos en la autoconciencia y creatividad en nuestras propias vidas. Esta es una invitación a estar presentes para curarnos.

 Nuestra encomienda con la justicia reproductiva es sembrar los derechos humanos en la conciencia del mundo. Esto será imposible si no nos tomamos el tiempo para tener una conversación con nosotrxs mismxs sobre nuestros deseos personales de humanidad. Cuando nos falta estar con nosotrxs mismxs, nos podemos enfrascar en un ciclo en el que intentamos probarnos ante lxs demás.

 Sé consciente de la voz que es la tuya y de la voz fuera de ti que intenta convencerte de que no eres dignx. Si la historia que te cuentas sobre ti mismx en tu mente no tiene tintes de dulzura, escribe otra historia que te hable con cuidado y te mantenga en tu integridad.

 ¿Sigues respirando con propósito? Respira de nuevo.

 Prueba una respiración que yo llamo la respiración concha. Las caracolas que se acercan a tu oído recogen la energía del sonido y la trasladan a tu oído como el sonido del océano. Tómate un momento, cierra los ojos y respira profundamente. Con la boca cerrada, exhala por la nariz y siente el eco del sonido en la garganta y en el pecho con la exhalación. Repítelo tantas veces como lo necesites para estabilizar tu sistema nervioso.

 Respira.

 Nuestro movimiento ha evolucionado muchísimo. Lo que se fundó con el dinero y la investigación de los eugenistas, ahora está dirigido formalmente por más personas negras, indígenas, latinas, asiáticas, multirraciales, queer y transgénero, más que nunca, y  están haciendo agujeros en la burda tergiversación de "pro vida". Teniendo en cuenta el espectro de talentos que se refleja en nuestro movimiento, sabemos que hemos llegado muy lejos y que nos queda aún más por recorrer. Creo en nosotrxs porque sé que somos seres multidimensionales, que vivimos como genios multiniveles que navegan por la mierda multinivel del mundo.

 A veces luchar diariamente contra la mierda hace que la lucha diaria por los derechos humanos parezca imposible. Las semillas de nuestros sueños de libertad no tienen dónde germinar en el jardín indómito y desbordado que alberga la cosecha de nuestras heridas.

 Ahora mismo estamos en primavera y muchxs de nosotrxs estamos físicamente haciendo espacio en nuestros jardines para plantar nuevas semillas este año. Utiliza este ejercicio como una oportunidad para tener claridad sobre lo que sabemos que es verdad sobre nuestras vidas y sobre nuestro trabajo, no sobre lo que nos dice alguien más que se beneficia de las experiencias negativas en nuestras vidas.

 Conocemos nuestras relaciones individuales y colectivas con la salud, los derechos y la justicia reproductiva. Sabemos que el poder, el control y la claridad sobre nuestras propias vidas y nuestro trabajo es lo que enciende nuestra pasión por la justicia y nos mantiene aquí cuando nuestras energías están bajas.

 Este es el momento, camaradas. El momento de subir el nivel de tu sostenibilidad personal, y bajar el nivel de cruzar los límites de los demás. Nuestra tarea para este momento, hasta junio y más allá, es estar en equilibrio mientras confrontamos la urgencia del momento con nuestras visiones del futuro.

 Reflexiona sobre qué, o a quién le das las mejores partes de ti mismx, y por qué no te las das mejor a ti mismx. Nuestra energía y nuestro enfoque son moneda de cambio. Guarda algo de ti para ti.

 Sé visible. Sé vulnerable. Sé presente. Sé consciente. Sé equilibrado.

 Trabajadores del mundo repro: nos quiero, confío en nosotrxs y creo en nosotrxs. El trabajo de sanar tu relación contigo mismx, y cómo te presentas para este trabajo está en tus manos, si lo quieres.

 Con amor, Jasmine.

Jasmine Burnett

Jasmine Burnett (she/her) has been orbiting the reproductive justice multiverse for nearly two decades. She entered the movement as a grassroots organizer, who has now evolved in her life as an herbalist, writer, strategy consultant, and coach. She designs and leads processes that builds the clarity, direction and will of powerful, yet weary leaders. Her writing has been featured on Rewire, TheRoot.com, Mindbodygreen, as well as two anthologies: The Echoing Ida Collection (2020) and Sweeter Voices Still: An LGBTQ Anthology from Middle America (2021).

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