¿Regresas al trabajo con una discapacidad? Aquí encontrarás todo lo que tienes que saber.

No sabemos cuál es el impacto a largo plazo del COVID-19, pero sabemos que hay quienes viven con impactos a largo plazo, ya sea en su sistema respiratorio, en su corazón, o discapacidades físicas que incluyen parálisis o amputaciones debido a los coágulos en la sangre. Mientras que trabajar desde casa facilita hacer los cambios necesarios al trabajo, pensar regresar al trabajo puede dar miedo. Puede parecer aún más intimidante si no has tenido una nueva condición mientras has permanecido en casa.

Recuerda, el Acta de Americanos con Discapacidades (American With Disabilities Act: ADA) establece que puedes revelar tu estatus de discapacidad en tu espacio laboral CUANDO QUIERAS o cuando lo necesites. También establece que sólo necesitas revelarlo si necesitas algún tipo de arreglos o modificaciones para poder realizar las 'funciones esenciales de tu trabajo'. Entonces, primero, compartir tu estatus de discapacidad es una decisión que sólo tú puedes tomar, pero no estás siendo cronometradx para revelarlo.

Segundo: tienes un DERECHO a esas modificaciones. No sientas que tienes que presentar tu solicitud como una disculpa por enfermarte. Más de un millón de personas se han enfermado por Coronavirus, por lo que ningún mánager debería asumir que estás "inventándotelo" o evitando hacer tu trabajo. Si necesitas modificaciones, como seguir trabajando desde casa, un cambio en el horario laboral, o una reubicación de la oficina en un espacio más accesible en el edificio, pídelas. Haz la solicitud de manera clara, asertiva, y sin remordimientos. Ponlo por escrito, o si prefieres hacerlo en persona, dale seguimiento por escrito (esto es clave para que tengas TU documentación en regla). Si necesitas ayuda para descifrar qué necesitas o qué lenguaje usar, contacta a la Job Accomodation Network o checa los básicos sobre la revelación del estatus de discapacidad en "411 on Disability Disclosure" (aunque el documento se centra en adultos jóvenes, los consejos son sólidos y creíbles).

Tercero, la realidad es que no hay 'nueva normalidad' ni regreso de un evento cataclísmico. Las últimas semanas han sido significativamente traumáticas, y en parte se trata de crear una conciencia colectiva sobre cómo el trauma mismo, tanto físico, como emocional y mental, es una discapacidad. Las organizaciones deben ser proactivas al ofrecer recursos y proporcionar apoyo a sus empleadxs, como promover el uso de servicios de salud mental y bajas con goce de sueldo para quienes necesiten aislarse debido a un sistema inmune comprometido. Algunxs empleadxs que no llevan mucho tiempo con discapacidad pueden necesitar apoyo terapéutico para entender sus nuevos cuerpos y sus nuevas vidas, y los espacios laborales pueden ser proactivos y asegurarse de que las prestaciones cubran ese tipo de servicios. En realidad, todxs hemos sido afectados por la pandemia, y podemos beneficiarnos de ese apoyo terapéutico; tener un empleador que tome esas medidas muestra que nuestra salud mental no tiene que estar en segundo lugar debido al capitalismo y las demandas de productividad. A los líderes organizacionales: si no han sido proactivos incluyendo discapacidades/enfermedades crónicas en su trabajo inclusivo, diverso y de equidad, usen esta oportunidad para empezar, debido a que seguramente tienen tanto staff como clientes y compañerxs que necesitan de su apoyo.

Ahora que regresas al trabajo, te preguntas por dónde empezar; aunque es la responsabilidad de lxs empleadores aprender sobre cómo alinearse con el acta de discapacidades (ADA), es bueno tener tus propios recursos listos.

Aquí hay algunos con los que puedes comenzar:

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Cómo lo hice: 2020 iba a ser #MiAño, y en eso llegó la pandemia. Cómo me ayudó el coaching.

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