Descifrando el movimiento repro: Negociar un salario

El proceso para encontrar empleo es largo y desafiante, especialmente durante una pandemia, y sobre todo si no sabes por dónde empezar. Para muchas personas, particularmente para las personas marginadas, este proceso es un misterio que comparten lxs mentores, y en secreto. Esperamos desmitificar este proceso para todxs y ayudarles a sentirse mejor preparadxs a medida que buscan un nuevo puesto. En esta serie, compartiremos tips para ayudarles con el proceso.

Una de las partes más difíciles del proceso de contratación es la negociación del salario. Para muchxs de nosotrxs, puede ser incómodo hablar de nuestro trabajo en términos monetarios, y más aún, puede ser aterrador pensar en cómo lxs demás le asignan ese valor monetario a nuestro trabajo. Esto se complica más cuando las organizaciones no explicitan el salario de un puesto y se vuelve una adivinanza hasta el momento en que te ofrecen el puesto, o si basan tu posible nuevo salario en los salarios de los anteriores puestos mal pagados. Esto es suficiente para estresar a cualquiera. Aquí te compartimos algunos tips para ayudarte:

Calcula tu cifra

Una parte importante de la búsqueda laboral es descifrar qué tipo de empleo puedes permitirte tomar. ¿A qué nos referimos con eso? Pues, nos referimos al salario que necesitas percibir para poder pagar tus cuentas, para cuidar de ti mismx y de tu familia, y ahorrar para tu futuro. Haz un presupuesto con todos tus gastos, tus deudas, y la cantidad que te gustaría ahorrar, y así descifrar cuánto necesitas ganar por hora/mes/año para vivir como lo deseas y para poder cuidar de tus seres queridos. Recursos como Necesitas un presupuesto pueden ayudar si no sabes por dónde empezar. Con suerte, los puestos a los que aplicarás explicitarán los salarios que ofrecen, y esto te ayudará a comprender si puedes o no permitirte aplicar a estos empleos. También te puede ayudar a acotar tu búsqueda dentro de tus rangos salariales y puede ser útil en la preparación para la negociación de un salario. Ya sabrás cuánto necesitas ganar y puedes planear cuánto pedirás dentro del rango salarial presupuestado. Si los empleos no explicitan los salarios, puedes preguntar al respecto durante la entrevista: es totalmente aceptable hacerlo.

¿Cuáles son tus necesidades médicas y prestaciones?

Nos enseñan a simplemente aceptar las prestaciones y seguro médico que nos ofrezcan, pero deberíamos tener una participación más activa en el proceso de negociación. Si necesitas un plan médico sólido y asequible, pero tu organización no lo ofrece, significa que quizá tengas que poner más de tu bolsillo para cubrir las visitas médicas y contribuir a tu bienestar. Eso resta al dinero que te llevas a casa. Tómate el tiempo de pensar sobre tus gastos médicos y lo que necesitas que esté cubierto por el paquete de prestaciones, y si no está cubierto, así podrás considerarlo dentro de tu salario. Pide la información para revisar la cobertura del seguro médico y de otras prestaciones durante esa parte de la contratación. Está bien pedir algunos días para examinar esto, especialmente porque la información del seguro médico puede ser difícil de descifrar. Si la organización no te quiere dar ese tiempo, puede ser un indicador negativo—¿por qué la urgencia para contratar es mayor que tus necesidades médicas?

Pregunta por el rango salarial

Si el salario no está indicado en la descripción del empleo, esta debe ser una de las primeras preguntas que hagas durante la entrevista. Si contestan que no tienen un rango, es una mentira. Todas las organizaciones han presupuestado una cierta cantidad de dinero para el salario de cada puesto que ofrecen, las prestaciones, y otros costos de operación. Pedir abiertamente el rango de salario ayuda a asegurarse que todxs estén en sintonía sobre la paga y esto te permite saber si puedes permitirte tomar ese empleo.

No reveles tus salarios anteriores

No tienes que compartir la información de tus salarios previos. De hecho, en varios estados, es ilegal que las compañías te pidan esa información. A medida que las leyes cambian en todo el país, los tiempos están cambiando y las organizaciones piden cada vez menos esa información, pero sigue ocurriendo. No tienes que divulgar tus salarios previos a un potencial empleador, especialmente si te han pagado mal debido a las malas presupuestaciones, jefes tacaños, u opresión estructural. Han presupuestado el empleo y deben decirte esa cifra. No deben hacerte ofertas desvalorizadas porque anteriormente te han subestimado.

Tómate tu tiempo

Cuando recibas una oferta para el puesto (¡felicidades!), eres libre de tomarte el tiempo para reflexionar antes de aceptar. Tras agradecerles por la oferta, pídele al mánager de contratación cuándo puedes darles una respuesta. No te preocupes, esto es habitual. Usualmente te dan un fin de semana o entre 3 y 5 días para que te comuniques con ellxs, especialmente porque esperan tu respuesta para poderse comunicar con lxs demás candidatxs finalistas. Te mereces el tiempo para sentarte y pensar si esa oferta es lo que quieres, y para descifrar si tienes preguntas antes de aceptar. Habla con tus seres queridos y con gente en quien confíes sobre la oferta. Compárala con la cifra que calculaste, tus necesidades de prestaciones y con lo que esperas del empleo. Checa nuestra encuesta salarial y nuestra base de datos sobre salarios para verificar si la oferta está en el rango de puestos similares en tu estado. Esto es especialmente importante si estás considerando varias ofertas al mismo tiempo. Tómate tu tiempo. Es tu vida, y tu futuro.

Haz una contraoferta

Con suerte, cuando la organización te haga una oferta, no será la primera vez que hables sobre dinero. Para entonces ya debes saber el rango salarial del empleo, así sabrás en dónde cabe la oferta que te proponen; si es más o menos acorde con otros puestos en el estado y de personas con experiencia similar, y deberás saber si la oferta coincide con lo que presupuestaste. Si la oferta no es exactamente lo que estabas esperando, diles eso. Di cuánto estabas esperando recibir por tu trabajo, especialmente si sabes que pueden costearlo porque está dentro del rango salarial. Intenta no sentirte nerviosx. Recuerda, te quieren contratar, así que deberían estar dispuestxs a negociar contigo dentro de sus limitaciones presupuestales.

Además, si no están dispuestxs a aceptar la propuesta, puedes proponer revisitar la propuesta más adelante. Aunque eso quizá no te de exactamente lo que quieres, es una oportunidad para reevaluar el salario en un momento posterior. Si dicen que sí, asegúrate de tenerlo por escrito.

Proponer otros arreglos

A veces el dinero no lo es todo. Si buscas negociar porque no obtuviste el salario que esperabas en un puesto, o si te interesa un puesto pero recibirías muy poco dinero al aceptarlo, siempre puedes pedir otro tipo de arreglos. El tiempo puede ser uno de ellos. Quizá puedas negociar semanas laborales de cuatro días o poder trabajar desde casa varios días por semana para bajar los tiempos de transporte. En organizaciones que no tienen vacaciones acumuladas, pide días de vacaciones adicionales. Ponte creativx y piensa qué quieres obtener en lugar de un salario.

Previous
Previous

¡Pregúntanos algo! ¿Cómo puedo hacer la transición del trabajo de la clínica de abortos a la abogacía?

Next
Next

¡Pregúntanos algo! ¿Debo darle seguimiento a mi solicitud de empleo?