Reconocer y combatir la gordofobia en el espacio laboral
Ya dejé de contar la cantidad de veces que unx colega delgadx se ha puesto a hablar casualmente de dietas, o ha insistido en que pidamos ensaladas para almorzar porque ‘hoy nos vamos a portar bien’. Y como una mujer gorda, ya dejé de contar las veces que he tenido que morderme la lengua para no gritar: “Ya entendi, no quieres verte como yo”.
La gordofobia está por todos lados, y puede ser particularmente desafiante abordar este tema en el espacio laboral debido a la cultura de la oficina y las dinámicas de poder. El estigma de la gordura da pie a peores consecuencias para las personas gordas que el mismo hecho de ser gordx. Y entre más nos tardamos en abordar el estigma, peor se pone.
Aquí abajo hay algunas sugerencias que pueden ayudarles a reconocer y abordar la gordofobia en el espacio laboral.
Reconocer la brecha salarial debido a la gordura
Los prejuicios contra las personas gordas, los presupuestos de que son ‘flojxs’ o que no tienen ‘auto-control’ se pueden traducir en que las personas gordas son menos capaces de hacer el mismo trabajo que una persona que usa una talla estándar.
¿Sabían que es completamente legal discriminar a una persona con base en su peso en 48 estados? Es verdad, sólo Michigan y Washington tienen leyes que incluyen el peso como dato protegido. Y créanme que la gente SÍ discrimina con base en el peso.
Cuando se toma esto en consideración, además de las otras brechas que existen para las personas negras, morenas y trans, ser gordx puede significar perderse de muchas oportunidades para las que se tiene la preparación suficiente, o ganar MUCHÍSIMO MENOS dinero. En cualquier caso, te están pagando menos por tu apariencia.
De la misma manera en que las organizaciones están finalmente abordando los prejuicios implícitos con respecto al género y la raza, lxs mánagers que están a cargo de la contratación y lxs ejecutivxs tienen que aceptar que el estigma de la gordura existe y deben hacer todo lo que esté en sus manos para abordar las disparidades que ya existen en su proceso de contratación o en los salarios.
Entender las disparidades con respecto a la salud de las personas gordas
La gordofobia es más dañina y va más allá de los comentarios crueles; las personas como yo, que existimos en cuerpos grandes tenemos menos posibilidades de obtener los cuidados médicos que realmente aborden nuestras necesidades.
Michael Hobb, en su excelente reporte del HuffPost, nota que lxs “doctores supuestamente son autoridades en las que se puede confiar […] Pero para las personas gordas, son una fuente de trauma constante y persistente. Sin importar la razón por la que visiten al médicx, sin importar si algo les duele mucho, la primera cosa que les dirán es que todo mejoraría si dejan de comer Cheetos.”
A las personas gordas se les anima a tomar todas las medidas necesarias para perder peso, a aplicar dietas peligrosas que serían consideradas desórdenes alimenticios en una persona no-gorda. Como la Dra. Deb Burgard dijo en el documental Fattitude, les recetamos a las personas gordas lo que diagnosticaríamos y trataríamos en las personas delgadas”. Sin mencionar que las personas gordas corren mayor riesgo de suicidio y depresión, un riesgo aún mayor para las mujeres Negras pues se enfrentan a otras disparidades y discriminación.
El fracaso para dar cuenta de las necesidades específicas de una persona gorda también se hace aparente en el mundo de la salud reproductiva—simplemente reconozcamos el hecho de que no sabíamos que formas de contracepción de emergencia, como Plan B, no eran efectivas para personas que pesaran más de 175 libras sino hasta hace unos cuantos años.
Comparto todo esto porque es importante que nuestros empleadores y colegas entiendan cuán difícil es para las personas gordas encontrar atención médica de calidad y compasiva. Me tomó décadas encontrar la comunidad Health At Every Size (Salud en cualquier tamaño) y lograr tener la confianza que tengo ahora para negarme a que me pesen cuando no es necesario. Como personas que trabajamos en el espacio de salud reproductiva, deberíamos saber mejor que nadie que aunque técnicamente exista el acceso a la atención médica, en la realidad quizá no sea así debido a las barreras sociales, financieras y legales a las que las personas gordas nos enfrentamos aún antes de entrar por la puerta.
Conozcan los antecedentes racistas de la gordofobia
La gordofobia está combinada con otros ingredientes como racismo, sexismo, capacitismo. Soy una mujer gorda, pero también soy ‘regordeta’, blanca, hetero-cis, y sin discapacidad física—mi experiencia con la gordofobia es extraordinariamente diferente que la de una mujer Negra trans mucho más grande que yo.
Las raíces de la gordofobia vienen junto con nuestra historia racista, que se origina en gran medida en la desesperación de las mujeres blancas acaudaladas por diferenciar sus cuerpos de los cuerpos de las mujeres Negras y así poder reafirmar su poder y su dominio en la sociedad. En esta entrevista de NPR, Sabrina Springs destaca cómo este historial de racismo en la gordofobia afecta la manera en la que abordamos las disparidades de salud en las personas Negras.
Todo esto hace que el hecho de que el movimiento de la positividad corporal (body positive)—un movimiento construido por mujeres gordas, Negras y femmes de color—haya sido cooptado por mujeres blancas que buscan validar sus muy a menudo ya aceptados cuerpos sea aún más enfurecedor. Si eres una persona que usa una talla estándar y te consideras ‘body positive’, considera qué cuerpos están incluídos en esa positividad y en qué cuerpos se está centrando la atención. Si son sobre todo personas que se parecen más a Ashley Graham que a Lizzo, estás en el lugar equivocado.
Reconocer espacios que no están hechos para cuerpos más grandes
Si eres una persona de talla estándar, piensa en cómo puedes comprar ropa profesional lista-para-ser-usada y que te queda bien. O en cómo puedes subirte a un avión sin tener que comprar dos asientos o pedir un extensor para el cinturón de seguridad. Tampoco necesitas escanear una sala de juntas buscando una silla que no te vaya a lastimar.
Como Roxane Gay escribió: “Vivir en un cuerpo gordo significa estar en constante conversación con unx mismo, lidiando con las ansiedades que surgen en un mundo gordofóbico que quiere convencerte de que no mereces vivir una vida plena y alegre.”
Las personas gordas tienen que hacer adaptaciones cuando estas no existen, y arriesgarse a hacer el ridículo por llevar esto a cabo. A medida que nos preparamos para regresar a nuestros espacios laborales, piensen cómo esos espacios y las políticas de viáticos se adaptan o no a las personas con cuerpos más grandes y qué cambios podrían hacerse. ¿Qué tan accesible es la sala de juntas para quienes posiblemente no quepan en sillas con descansabrazos? ¿Qué tan inclusivas en variedad de tamaños son los productos de la organización? ¿La política de viáticos de la oficina toma en cuenta las necesidades de las personas gordas que viajan?
Dejen de hablar de las dietas en el espacio laboral
Si sólo se pueden llevar una cosa del artículo, esta es una acción que pueden poner en marcha ahora mismo. Por favor dejen de hablar de dietas. Paren ahora mismo. Hacer dietas y hablar de ellas es peligroso y detona otras cosas.
Como mínimo, esto significa:
Nunca compartir inspiración para mantenerse delgada, ni fotos del “antes y después”.
No más ejercicios dentro de la oficina ni retos para perder peso.
Dejen de asignarle adjetivos como ‘bueno’ y ‘malo’ a la comida, ni digan que tienen que comer algo específico como castigo por no ejercitarse.
No asuman que todxs están tratando de perder peso.
Dejen de decir que “se sienten gordxs”, porque la gordura no es un sentir.
Dejen de avergonzar a las personas que no les caen bien por ser gordas, y sí, me refiero también a personas como Tr*mp.
Nunca corrijan a alguien que se refiere a sí mismx como gordx.
Y mientras trabajan en todo esto, yo andaré por acá usando esta playera “Me vale verga tu dieta, Susan” (IDGAF About Your Diet, Susan), la corté y la hice un crop top, y estaré disponible para contestar cualquier pregunta que les surja.