Homegirling es un verbo: Brittany Brathwaite sobre cómo iniciar un negocio feminista

Visual por Sadé

Nombre: Brittany Brathwaite

Pronombres: Her/She

Digital: thehomegirlbox.com / @thehomegirlbox / The Homegirl Box / @thehomegirlbox

Email: thehomegirlbox@gmail.com

Una organización sin fines de lucro a la que todxs deben donar: EveryBlackGirl

Co-fundaste Kimbritive y The Homegirl Box. ¿Puedes contarnos un poco sobre The Homegirl Box y porqué empezaste ese proyecto?

The Homegirl Box es una caja de regalos inspirada en la vida y legado de mujeres de color visionarias. Somos también una cooperativa feminista de trabajadorxs con valores profundos de justicia social. Mickey —co-creadora y mi mejor amiga— y yo primero soñamos lo que se convertiría en The Homegirl Box cuando cumplimos 25 años. En ese año de nuestras vidas (2015) ambas estábamos pensando críticamente acerca de la hermandad y la celebración de las mujeres y femmes. Creo que primero pensamos en crear todo un museo al que las mejores amigas, hermanas o amigas del barrio pudieran ir, ver y celebrar las vidas, el trabajo y la ferocidad de las mujeres, especialmente de mujeres de color. Sabíamos que podía tomar mucho tiempo desarrollarlo, por lo que tras un año y medio de planeación con retroalimentación de nuestra comunidad, nos decidimos a desarrollar un producto viable mínimo (MVP) mucho más "pequeño", que se convirtió en lo que hoy conocemos como The Homegirl Box.

Tú y Mickey co-fundaron The Homegirl Box juntas, ¿cierto? ¿Puedes platicarnos cómo es crear y volverse emprendedora junto con otra persona?

Me encanta trabajar en colaboración. De hecho, no hay otra manera en que me gustaría hacerlo. Cuando empecé mi viaje como emprendedora, leí tantos blogs en los que decían que empezar un negocio con tu mejor amigx es lo peor que puedes hacer. Me alegra no haberlos escuchado, porque asociarme en mis emprendimientos es la mejor decisión que he tomado en todo este proceso. Mickey y yo tenemos un profundo nivel de responsabilidad hacia la otra y hacia lo que creamos. Todo lo que The Homegirl Box ha creado es una colaboración entre nuestros dos cerebros, corazones y manos —todo desde la curaduría de la caja hasta los posts de Instagram es un esfuerzo colectivo—. Hay abundancia en saber que puedes compartir tus sueños, ideas y miedos con alguien. Homegirling (amiguear) es un verbo, una ética laboral, y un valor en nuestra compañía. Todavía se me pone la piel de gallina cuando pienso en lo bello y reconfortante que es haber tomado este riesgo juntas.

The Homegirl Box se siente como una celebración de mujeres de color radicales y rudas que están creando a través de diversos medios, y de ahí esto se envía a personas de color para cuidado personal o comunitario. ¿Cómo visualizan su trabajo como parte del apoyo a emprendedorxs y como un factor para extender los cuidados comunitarios?

Me encanta la definición 'radicales y rudas'. ¡Quizá tengamos que incorporarla! Apoyar a otrxs emprendedorxs es una misión central para The Homegirl Box. Cuando recién iniciamos, nos agruparon en la categoría 'caja de suscripciones' allá por el año 2017 cuando nos lanzamos oficialmente. Rechazamos el modelo de 'suscripciones' y constantemente nos querían "informar" sobre el "mejor" margen de utilidades que el modelo ofrecía. No hemos obtenido ganancias reales desde que fundamos The Homegirl Box, sobre todo porque pagamos a cada creadorx/artista/emprendedorx que presentamos. No creemos que las mamás solteras ni lxs estudiantes trans puedan pagar su renta o mantener sus negocios simplemente a través de la visibilización. Estamos creando una nueva economía en la que las mujeres, femmes y personas no binarias de color obtengan un pago por su labor. Es por esto que no se encuentran muchos descuentos en The Homegirl Box; es porque no estamos interesadas en hacer cuentas para descontar nada del trabajo de la gente. Construir una plataforma y proporcionar el espacio para que la gente exponga su trabajo también requiere flexibilidad y construcción profunda de relaciones. A veces planeamos con lxs creadores durante 6 meses antes de que salga una caja. Sabemos que las personas tienen vidas fuera de sus negocios y oficios y creemos que para honrar eso, hay que crear cronogramas que permitan vivir esas vidas. Creemos que un modelo de suscripciones no nos daría ese espacio —y como organizadoras, no sentimos que estuviera alineado con la manera en que entendíamos el cuidado—. Muy a menudo siento que algunos de nuestros valores son anti-comerciales y no siempre cosechamos los resultados que las empresas supuestamente deben obtener, pero honestamente, estamos bien con ello. Siempre escogeremos a la comunidad por encima del capitalismo. Siempre.

¿Cuáles son las lecciones más importantes sobre ustedes mismas y/o sobre el trabajo que han aprendido en el proceso de emprendimiento? ¿Qué consejo compartirías con otrxs que quizá quieran seguir el mismo camino?

¡Tantas lecciones! Aquí les van dos muy grandes lecciones. Uno: Aprendí que tienes que fracasar. El fracaso es una herramienta maravillosa si la sabes reconocer. Como mujer Negra, siempre me dijeron que el fracaso no me estaba permitido —hasta era castigada por ello en mi infancia—, pero como emprendedora, tuve que crear una nueva relación con el fracaso. Es la única manera de recibir retroalimentación y cambio. Pero abrazar el fracaso, especialmente para las personas de color, es un músculo que debe ser desarrollado. Yo desarrollo ese músculo cuando les comparto a los demás que he fracasado.

La segunda lección se relaciona con fracasar, pero más como un mantra: "La primera vez que haces algo es la mejor". Nunca digo que "algo pudo salir mejor" o que "no fue mi mejor trabajo". La primera vez que se crea algo nuevo, sé que es mi mejor trabajo. Es gracioso darse cuenta que uno se compara con algo ficticio o imaginario, porque todavía no existe. ¿Cómo podría saber si algo puede salir mejor? El emprendimiento es difícil, pero este modo de pensar me invita a aproximarme a las tareas desde un lugar tranquilo.

¿Ves tu trabajo como parte de un esfuerzo más grande para erradicar la supremacía blanca y la misoginia?

¡Absolutamente! Creo que es difícil ver que uno pone de su parte para destruir sistemas tan grandes de opresión —especialmente si no se explicita en la misión o visión de tu trabajo—. He llegado a pensar en mi trabajo en The Homegirl Box como mi hogar político, aunque no se ajuste a la definición tradicional de "espacio de organización". Siento que estamos trabajando para crear una cultura que diga "A la mierda el patriarcado" a través del arte y la ropa. No nos censuramos en nuestras redes sociales —usamos cualquier plataforma para apoyar el trabajo del movimiento—. Apoyamos el movimiento siempre que podemos, donamos a pequeñas organizaciones, fondos para aborto, al Mama's Day Bailout, y tratamos de resaltar las organizaciones de justicia social que no tienen bases de donadores individuales o equipos de marketing y desarrollo. Terminar con esos sistemas tan dañinos requiere muchos recursos, pero nos visualizamos como parte del ecosistema que nos ayudará a llegar allí.

¿Qué haces cuando te sientes estancada creativamente?

He creado todo un proceso en torno a este asunto. Primero lo consulto con la almohada y luego lo dibujo (hay muchas cosas que no puedo verbalizar, pero por alguna razón puedo dibujar). Luego busco inspiración —usualmente la busco en libros, específicamente en libros escritos por mujeres Negras—.

¿Cuál es tu rutina de reflexión?

Soy la reina de la retrospectiva. Mi amiga Sasha Ahuja me enseñó esta herramienta. Básicamente cuando miras hacia atrás tienes que hacerte tres preguntas: ¿Qué está funcionando?, ¿en dónde me estanqué? y ¿qué necesito hacer de manera diferente para avanzar? Intento hacer una retrospectiva personal cada mes.

¿Hay algo tecnológico o algún programa sin el que no puedas vivir?

Sí, totalmente. Post-its, cuadernos Moleskine de hojas blancas, y una agenda física en papel. Necesito ver las cosas escritas de mi puño y letra para poderlas entender. Me gustan los post-its porque puedo moverlos y organizarlos —no tienen que ser lineales como las libretas—nunca tienen que ser lineales, y eso pasa seguido cuando escribimos en cuadernos—. En el 2018 dejé de usar cuadernos verticales, y sólo escribo horizontalmente. Mi mundo me ofreció mucho cuando dejé de crear listas "largas y delgadas" en mis libretas. El modo horizontal me ofrece tanto espacio, mucha más abundancia.

¿Qué canal de Spotify escuchas estos días?

Me encanta escuchar las playlists "Black Girl Magic" y "Are and Be" de Spotify. Si estoy muy metida en mi cabeza, escuchar música siempre me ayuda a cambiar el pensamiento. Tengo una playlist llamada "Survival" que creé mientras estudiaba un posgrado, está llena de canciones gospel de los años 1990 y 2000 —comienzo mi día siempre con esa playlist.