Pregunta a unx Organizadorx Sindical: ¿Cómo mantenemos la moral alta mientras nos sindicalizamos?

Querídx Pregunta a unx Organizadorx Sindical:

Hemos estado luchando por nuestro contrato por más de un año. Ha sido una pesadilla—muchas personas han sido despedidas/hechas a un lado, otras están exhaustas por todo el esfuerzo. ¿De qué formas podemos mantener el ánimo arriba? ¡Cualquier consejo aporta para poder cruzar la recta final!

—Organizadorx Desbordadx

Queridx Organizadorx Desbordadx:

Lamento mucho que tu proceso de sindicalización sea tan largo y difícil. Es absolutamente devastador ver cómo despiden a colegas como resultado de sus esfuerzos de organización. Hay muchas emociones complicadas que vienen con un proceso como este; la culpa del sobreviviente es una de ellas. Es terrible ser traicionadxs por nuestrxs líderes, y el hecho de que estén sindicalizándose es un indicador de que han estado lidiando con condiciones laborales desconcertantes desde hace un tiempo. Aquí te van algunas sugerencias:

No seas durx contigo mismx y con tus emociones. Tú y tus colegas han pasado por mucho. Reconocer el trauma que han estado viviendo es un paso importante para poder sobrevivirlo. Es muy importante que cada sindicato cree espacios y contenedores seguros para esas emociones intensas. Sus organizadores sindicales deberían conectarles con un sistema de apoyo de pares, que es un grupo de otrxs trabajadores que saben exactamente por lo que ustedes están pasando ahora mismo.

Escuchen a sus colegas sobre los momentos difíciles. Lxs organizadores deben practicar la escucha activa; algunas veces comparten historias sobre las batallas más largas y desafiantes para sindicalizarse. A veces, escuchar las historias de lxs demás nos ayuda a recordar el legado de todo este asunto. Lxs buenxs organizadores ayudan a que nos sintamos animadxs e inspiradxs tras una reunión; pero si lxs organizadores no están ayudando en este sentido, quizá ustedes tengan que crear esa atmósfera. Creen tradiciones compartidas, construyan estructuras que permitan desahogarse continuamente, plataformas de ayuda mutua, compartan comidas, intercambien regalos; todo eso ayuda a conectarnos con nuestra humanidad durante tiempos adversos.

No descuiden su alimentación, sus horas de sueño, y no olviden tomar sol y hacer ejercicio. La vitamina D se absorbe a través de la piel con ayuda del sol. Disfrutar, como un gato doméstico, del sol junto a una ventana puede mejorar la situación. Si están teniendo dificultades para relajarse, o se sienten constantemente agitadxs, una sesión de ejercicio y sudor puede ayudar al cuerpo a entender que está bien tomarse un descanso. Si no están descansando al dormir, quizá sea buena idea charlar con su médico. No se sentirán mejor hasta que tengan suficiente sueño REM. Eliminar las pantallas del dormitorio, establecer una hora para ir a dormir, y crear rituales y hábitos antes de dormir (como una taza de té) pueden ayudar, pero a veces la manzanilla simplemente no es suficiente.

Reconozcan lo que sienten, y pónganle un nombre. Escriban lo que sienten, grítenlo o cuéntenselo en un mensaje de texto a sus amigxs. Es difícil tener autocompasión durante momentos difíciles y abrazar las emociones complicadas sin sentirse culpables. Como unidad de negociación, quizá quieran instaurar alguna suerte de “círculo de sentires” en donde todxs puedan desahogarse, y expresar, y sentirse como quieran sin que se espere ver el lado positivo o propuestas de acción. Los rencores no se irán a ningún lado, por lo que vale más llegar a conocerlos bien. Un diario puede ser un lugar seguro en donde expresar las emociones complejas sin miedo de cómo lxs demás puedan percibir esas emociones. Si tienen acceso a terapeutas o consejerxs, éste es el momento de aprovechar el cuidado de lxs profesionales de la salud mental.

Cambien su consumo de medios. Sus películas, música, videojuegos y series televisivas graciosas preferidas son una gran manera de ‘escapar’ sin caer en una espiral de culpa y sin tener resaca al día siguiente. Recuerden que está bien dejar todo de lado por un momento y hacer algo improductivo. Están sanando, y eso siempre equivale a descansar.

Practiquen ser juguetones. ¿Qué les brinda alegría? Hay estudios que demuestran que hasta pensar sobre actividades divertidas detona la felicidad en el cerebro—por lo que si realmente extrañan cosas como bailar y sudar en conciertos, o pasar el porro hacia la izquierda, tomen un tiempo para que su mente divague en esa actividad y recuerde todas las sensaciones corporales. Nunca se es demasiado viejx para subirse a un árbol, para poner los pies en la tierra mojada, jugar con legos o armar un rompecabezas, ¡o pintar con los dedos! Ser juguetones y creativos puede tomar muchas formas distintas.

Creen su propio espacio. Durante los partos, muchas personas ponen afirmaciones en sus muros o cuelgan fotos de ancestros cuya fuerza esperan poder canalizar durante el parto. ¡Pueden hacer lo mismo! Normalmente, las salas de negociación tienen muchos pósters y arte de la clase trabajadora. ¡Transformen su espacio en un lugar ‘activistoso’! Pongan fotos de sus héroes favoritos, o afirmaciones en pegatinas alrededor de la pantalla de la computadora, pidan pósters y plumas del equipo para andar con ‘estilo’.

Recuerden que sí PUEDEN hacer esto. ¿Cómo lo sé? Porque ya lo están haciendo. Aún cuando sientan que ya no pueden seguir, deben estar muy orgullosxs de lo lejos que han llegado. Es normal sentir que simple y sencillamente no pueden seguir luchando, pero ¡yo sé que seguirán haciéndolo pues no se han dado por vencidxs!

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