Queridx pregunta a unx organizadorx sindical: ¿Qué significa negociar y cómo podemos prepararnos para ello?

Queridx Pregunta a unx organizadorx sindical:

Sé que negociar es parte del proceso de sindicalización, pero no entiendo lo que significa. ¿Qué conlleva? Somos nuevxs en el proceso de sindicalización y estamos intentando descifrar lo que debemos anticipar.

—Trabajadorx curiosx

Queridx Trabajadorx Curiosx:

¡Esa es una gran pregunta! Negociar es el término que los sindicatos usan cuando están acordando los salarios y las condiciones laborales que se delimitan contractualmente en un Contrato de Negociación Colectiva. Con un sindicato, nadie negocia personalmente condiciones laborales individuales—lxs trabajadores solamente negocian de forma colectiva.

Cuando formen su sindicato, y cada dos o tres años tras ese hecho, tendrán la oportunidad de negociar con su jefe acerca de sus salarios y condiciones laborales. Esto conlleva mucha investigación, práctica y preparación, mismas que culminan durante una serie de sesiones de negociación entre trabajadores y administrativos acerca del contrato laboral.

Las negociaciones básicamente son personas sentadas en lados opuestos de una mesa, discutiendo los términos de un contrato. El rol de liderazgo del equipo de negociación es parecido al de un club de debate.

Negociar no es un proceso muy complicado, sólo es muy formal, a menudo lleno de jerga legal. Dado que el movimiento laboral está muy descentralizado, el proceso puede variar mucho dependiendo del sindicato al que se unan. Se propone un contrato, o los cambios contractuales. Algunas veces, los cambios en el contrato son propuestos por los trabajadores, pero a veces son lxs jefes quienes inician el proceso de negociación. El equipo opuesto de negociación lleva a cabo la revisión y se formula un borrador de refutación. Después, hay oportunidad de responder. Y así sucesivamente hasta que se logre un acuerdo sobre los términos del contrato.

Este proceso puede durar varios meses, o hasta años. Hasta en las negociaciones de buena fe* puede tomar mucho tiempo concretar los muchos detalles de un contrato de negociación colectiva. Una vez que el equipo de negociación está satisfecho con el contrato propuesto (o una vez que las negociaciones cara-a-cara con lxs administrativos llegan a ser muy frustrantes) lo someten a votación.

Miembros de toda la unidad de negociación, no solamente el equipo de negociación, votan antes de aceptar el nuevo contrato. Si no se llega a un acuerdo, el sindicato quizá decida ir a huelga o paro.

Su sindicato debe ayudar cuando sea momento de revisar el contrato, y también brindar apoyo de un Delegado del Sindicato, quien escribe el contrato y negocia. Ellxs tienen una enorme cantidad de información sobre qué funciona y qué no—pero quizá no tengan las mismas prioridades que ustedes, los miembros del sindicato. No dejen que el delegado les diga lo que quieren. El trabajo del delegado no es decirles cómo debe ser su contrato; su trabajo es descifrar cómo hacer que las ideas que ustedes tienen funcionen.

Una negociación exitosa requiere que el equipo tenga miembros audaces. Las buenas negociaciones requieren de mucha investigación, una mezcla convincente entre presión y persuasión, y un entendimiento sobre cómo los pequeños cambios en el contrato laboral pueden apoyar las metas a largo plazo.

Las negociaciones contractuales no siempre son precedidas por turbulencias o por huelgas y paros. Con mayor frecuencia, la negociación se concentra en revisiones de lenguaje y cláusulas. Puede ser algo como no pedir que lxs empleadxs firmen acuerdos de confidencialidad si dejan su puesto, o sólo para explicarle al jefe porqué deberíamos conmemorar el Día de los Pueblos Indígenas en lugar de celebrar el día de la raza.

Por supuesto, los cambios contractuales pueden necesitarse desesperadamente durante este momento tan único—como establecer un ambiente laboral basado únicamente en los resultados para m/p/adres que están lidiando con la educación a distancia de sus hijxs, mejorar los equipos de protección personal, o ajustar oficialmente las políticas sobre baja por enfermedad y trabajo vía remota.

Hay muchos factores diferentes que influyen en los cambios contractuales que se pueden pedir: lo que lxs trabajadores quieren, con cuánto dinero de subvenciones y becas cuenta la organización, o el clima político del momento, por ejemplo. Si el empleador afirma que no puede 'costear' sus demandas, el equipo de negociación tiene la oportunidad de revisar la contabilidad de la compañía para saber cuánto hay en las arcas y cómo se gasta el dinero. Es simplemente un acuerdo de negocios; no tiene que ser un asunto emocional.

El objetivo es la ratificación—cuando el voto de los miembros del sindicato aprueba el mismo contrato que la administración.

Este periodo entre el reconocimiento del sindicato y la ratificación del primer contrato, es un momento vulnerable para lxs trabajadores pues son nuevxs en la negociación sindical y se trata del primer contrato. Las organizaciones a menudo reestructuran los puestos para eliminar a lxs miembros más fuertes de la unidad de negociación o para reducir drásticamente el número de miembros de la unidad. Por lo que, si están negociando para ratificar su primer contrato, sugiero que no se preocupen por obtener todo lo que quieren ahora mismo. Firmar el primer contrato tan rápido como sea posible significa seguridad laboral.

La mayoría de los acuerdos colectivos de negociación mejoran cada vez que hay oportunidad de negociar. Los mejores contratos no empezaron siendo los mejores. Los sindicatos con los mejores contratos han negociado y han obtenido pequeñas victorias a través de décadas de negociaciones.

Obtener la firma del contrato es la primer victoria importante. Puede significar que habrá tiempo para negociar cambios en el futuro.

Una vez que el primer contrato está ratificado, pueden empezar a concentrarse en encontrar la siguiente oportunidad para negociar. Probablemente el delegado dirá que 'siempre están negociando' (es algo que ellxs dicen mucho), y es verdad, los sindicatos más exitosos siempre están investigando y pensando críticamente acerca del lenguaje, y siempre se están preparando para la siguiente oportunidad de cambiar el contrato para mejorar, una cláusula a la vez.

* Cuando se negocia de buena fe, ambas partes entienden que cooperar y ceder entre "ellxs y nosotrxs" será necesario para que la misión de la organización sea exitosa. Las negociaciones de buena fe son comunes en el servicio público, en la atención médica, empleos de gobernación y municipales.

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