¿Quieres que el día de las elecciones sea un día festivo nacional? Pon el ejemplo y cierra tu oficina
Sé el cambio que quieres ver en tu espacio laboral
Cada ciclo electoral rogamos a lxs votantes que se tomen en serio estas elecciones porque son las más importantes de nuestra vida. Y cada ciclo electoral, para la gente es más difícil votar y nuestra nación se niega a hacer del día de las elecciones un día festivo nacional para asegurar que quienes quieran votar puedan hacerlo. Las empresas están obligadas a dar a sus empleadxs dos horas libres para poder votar, pero las largas filas debidas a las tácticas de supresión de votantes hacen que dos horas sean sólo un suspiro comparado con el tiempo que puede llevar votar en algunos estados.
Además de permitir que lxs votantes voten por adelantado y por correo, muchos países hacen de las elecciones un día festivo nacional para que lxs trabajadores tengan el día libre para votar. Estados Unidos aún no lo ha hecho, pero podríamos hacerlo si empezamos a organizarnos para ello. Lograr esto no resolverá todos nuestros problemas de supresión de votantes y blancxs, pero es una oportunidad para que vivamos nuestros valores y nos aseguremos de que la gente que quiere votar pueda hacerlo. Aunque nos va a llevar un tiempo convertir el día de las elecciones en día festivo nacional, podemos ponerlo en marcha implementándolo en nuestras propias organizaciones.
Ofrecer el día de elecciones como un día libre pagado significa que lxs empleadxs pueden tener la oportunidad de organizarse en sus comunidades para ayudar a sus vecinxs y seres queridos a llegar a las urnas y las filas de supresión de votantes. Pueden llevar botellas de agua y pizza a las urnas. Pueden hacer tiempo dentro de su propio horario para votar. Lxs trabajadores no tienen que pasar su tiempo libre remunerado para ejercer su derecho al voto. Cerrar nuestras oficinas el día de las elecciones, o al menos darles a lxs empleados no esenciales el día libre, les permite a lxs trabajadores ser también voluntarixs como trabajadores o jueces electorales, para ayudar a garantizar la integridad de nuestras elecciones locales. También puede darles a lxs trabajadores otro día de descanso, y eso también es importante.
Por supuesto, sólo algunas organizaciones o clínicas podrán cerrar ese día. Seguimos teniendo pacientes a los que atender todos los días. Las organizaciones de defensoría de los derechos de lxs votantes y que organizan las carreras de los candidatos seguirán teniendo una montaña de trabajo que tienen que llevar a cabo. Pero, para esas organizaciones, el día libre podría ofrecerse al personal no relacionado con las elecciones y a lxs que tengan que trabajar se les podría ofrecer una paga de vacaciones de hora y media. Podemos crear el cambio que nos gustaría ver en nuestra nación en nuestros propios espacios laborales primero.
¿Recuerdan cuando pocas organizaciones honraban el Día de los Pueblos Indígenas y en cambio celebraban al violador genocida que se perdió en sus barcos? El cambio fue una enorme campaña de organización no sólo para cambiar la narrativa y educar en torno al Día de los Pueblos Indígenas, sino que también cerraron sus espacios laborales negándose a celebrar el día de ese hombre, y en su lugar cerraron sus oficinas en honor de los Pueblos Indígenas. Del mismo modo, hace varios años, las organizaciones comenzaron a cerrar sus oficinas para el Junetheenth en honor a las comunidades negras, la violencia policial actual y la observación de la propia conmemoración de los negros esclavizados en Texas que se enteraron tarde de que eran libres. Los centros de trabajo empezaron a ofrecer el día como una día festivo pagado para asegurarse de que lxs empleadxs conocieran la importancia y el significado del día. Modelemos primero nuestros valores en nuestros lugares de trabajo.
Podríamos hacerlo en nuestro movimiento para el día de las elecciones, y ojalá en toda la nación para todos.