Agendas y salud mental

Lindsay Rodriguez es la Directora de Comunicaciones en el National Network of Abortion Funds. Está en el consejo directivo del Fund Texas Choice, y vive en Texas. Le gusta pasar tiempo leyendo en patios con su perro, le gusta ganar debates intensos sobre porqué el animal print es algo que se puede usar todos los días, evangeliza sobre las características de unos buenos nachos y aunque odia limpiar su casa, está progresando en ese aspecto durante este año. Le gusta hablar sobre sus agendas y complejos sistemas de planeación, financiamiento para el aborto y cuál vino de caja va mejor con qué show televisivo en Twitter (@LindsayHotRod)

*Nota: en este artículo uso la palabra "mujeres" porque hay una falta de estudios y datos sobre personas con Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) que no encajan en el binario del género; investigadores: háganlo mejor.

 Me convertí al mundo de las agendas tarde en la vida. Creo que no es sorprendente que la educación escolar no se enfoque en habilidades de la vida real que realmente se traduzcan en cumplir con lo que el mundo real pide, más bien se enfoca en memorización y fórmulas. La escuela fue relativamente fácil para mí durante la mayor parte del tiempo que allí pasé, entonces no desarrolle habilidades de organización. Pero una vez adulta, la cantidad de horas del día chocaba con todas las facturas que tenía que pagar y con los compromisos de tiempo en los que que la gente me pedía involucrarme. Sin importar cuanto lo intentara, no podía terminar todo mi trabajo. No podía limpiar mi casa, siempre se me olvidaba pagar alguna cuenta porque había perdido el recibo. No era que no me importara; si acaso, pensaba constantemente en todo lo que no estaba logrando hacer y me angustiaba por ello. Cuando finalmente me diagnosticaron con trastorno por déficit de atención con hiperactividad hace unos años, fue como encontrar la pieza faltante.

 Daba clases en secundaria y bachillerato. Solía decirles a mis estudiantes que escribir las pequeñas cosas que tenían que recordar les ayudaría a liberar su mente para poder pensar en todas las cosas interesantes para las que querían usar su cerebro, y que lxs liberaría de la ansiedad que causa sentir que siempre estás olvidando algo importante. No quiero que nadie pase por la aflicción y ansiedad que me causa la desorganización. Conozco bien el sentimiento. Cuando estoy envuelta en todo ello, me siento culpable por no recordar o priorizar algo que olvidé. Esa ansiedad y vergüenza por mi incapacidad de tener un cerebro ordenado como muchos colegas y personas exitosas que conozco está muy arraigada en mí. Pero aunque un aumento en el diagnóstico de trastorno por déficit de atención con hiperactividad en mujeres* está mostrando los beneficios de la neurodiversidad en los espacios laborales, la mayor parte del mundo no está hecha para aquellxs cuyo cerebro funciona distinto. Las mujeres en particular se enfrentan a muchísimos estigmas y se estima que la mayoría de las mujeres con ese trastorno no están diagnosticadas. La incapacidad para cumplir las expectativas de género asignadas muy a menudo a mujeres, puede llevar a una espiral en la que unx se siente incompetente y llenx de vergüenza, sin realmente entender porqué; en lugar de ello, se les trata con sospecha, porque el TDAH no se presenta igual en chicas/mujeres de la misma manera que en los varones —principalmente los varones blancos fueron objeto de estudio durante los años setenta, cuando los estudios estaban consolidando la idea de lo que es el TDAH—. Una combinación de eliminaciones aunadas a expectativas de género como organización, cuidados, domesticidad, domesticidad y agradarle a la gente, ha resultado en la escasez de estudios y datos sobre mujeres y el TDAH (y no me he encontrado con mucha información sobre mujeres/personas de color). Puede ser muy invalidante.

 En años anteriores, he aprendido más sobre las conexiones entre la depresión, la ansiedad y cómo se presenta el TDAH en las mujeres. Siempre he lidiado con la depresión. La ansiedad era nueva para mí cuando entré al mundo de las responsabilidades adultas. Y los años pasados dieron mucha luz sobre cuánto había lidiado con TDAH sin un diagnóstico. Fue un alivio saber que no soy perpetua e inevitablemente floja, o que había algo profundamente mal conmigo porque no parecía tener la facilidad de los demás para hacer ciertas cosas. Y ha sido un alivio saber que no estoy sola. Porque el profundo estigma y la sospecha que viene con hablar del tema, además del total malentendido alrededor de lo que es el TDAH y cómo se presenta, ya que muchos de nosotrxs desconocemos del tema.

 Para ser franca, muchas de las tareas en mis listas de 'cosas por hacer' no son interesantes, importantes o divertidas para mí, pero si no las atiendo tienen mayores consecuencias conforme pasan los años. Es súper raro que a los cobradores nos les interese más la buenísima película que viste en lugar de leer tu correo.

 Cuando estoy despotricando contra el capitalismo, o el sexismo, o sobre la cultura tan blanca de las organizaciones sin fin de lucro y cómo no encajo allí, es más fácil. Cuando pierdo oportunidades para cuidar de mí misma o cuando le fallo a gente que está luchando por la liberación a mi alrededor porque no pude cumplir mi parte del trato, es más difícil. No es una coincidencia que el TDAH en mujeres tenga tan fuertes lazos con la depresión y la ansiedad. Cuando sientes que siempre estás defraudando a la gente en una sociedad que te socializó para cuidar de los demás, gestionar una esfera doméstica, ser lindx, y ante todo hacerlo sin ser descuidada o sin hacerle la vida complicada a alguien más, tener dificultades de atención y priorización lleva a la ansiedad y a pensar que no eres lo suficientemente buenx la mayor parte del tiempo, y a la depresión cuando inevitablemente fallas en algo porque eso refuerza la idea de que no estás haciendo bien las cosas aún cuando lo intentas.

 No quiero ser poco sincera; no puedo lograrlo sin medicamento; eso e ir a terapia regularmente han cambiado las cosas enormemente para mí. No hay manera de evitarlo y no hay un Bullet Journal que vaya a cambiar mi cerebro de modo que encaje en la cultura laboral. Pero mi agenda ha sido una pieza clave para trabajar con cómo mi desorganizado cerebro puede funcionar en un mundo que valora otra manera de pensar. Y aparentemente no estoy sola en esto. De hecho, a veces me pregunto si el aumento en la popularidad de la "cultura de la agenda" en realidad es un síntoma de mujeres ideando sistemas creativos para lograr hacer cosas en un mundo que raramente les da el espacio y apoyo para lograr eso. Muchas personas con TDAH pasan sus vidas desarrollando sistemas intrincados de trucos para lidiar o redefinir el modo con que lidian con las demandas mundanas y volver aceptable la cantidad de atención que le ponen a las tareas que les parecen creativamente satisfactorias. La procrastinación a través de la búsqueda de productividad incrementada es un problema. (Co-Star me dice que también es una característica de tener tanto mi signo solar como mi Mercurio en Acuario). Una de las razones por las que soy evangelista es por un sistema de planeación. Esto me ha sorprendido enormemente en este punto de mi vida porque lo último que me consideraba era una gran planeadora.

 Compilé algunas preguntas guía que han surgido durante mi búsqueda de algo perfecto que finalmente me ayudaría a tener mi vida en orden. Por ensayo y error, investigué la estructura y proceso de mi día, y tomé decisiones proactivas sobre cuan diferente quisiera que fuera mi día si pudiese diseñarlo. Entonces, lo acomodé de tal forma que tuviese sentido para mí en mi agenda.

 ¿Cuán estructurado tiene que ser tu día?

Algunas personas tienen días altamente programados, hora por hora, con fechas límites duras. Otras personas sólo tienen muchísimas cosas por hacer y tienen el tiempo y el espacio para descifrar cómo acomodarlas, pero saben lo que necesitan hacer. Esta es posiblemente la variable que más se debe considerar, y quizá se necesite jugar un rato antes de dar con lo que te sienta mejor.

 La Planeación semanal es para quien piensa las cosas en términos semanales, trabaja fines de semana y necesita saber qué viene en la semana para sentirse bien hoy. Generalmente, las agendas permiten que los días de la semana se agrupen en bloques o columnas, donde se pueden escribir datos temporales como fechas límite, compromisos como fiestas para que no se hagan planes dobles, actividades emocionantes como pasar tiempo con amigxs. No necesitas planear dónde estarás cada día y cada minuto, pero hay algunas cosas que tienes que recordar la mayoría de los días para estar preparadx. Son buenos formadores de hábitos para empezar.

 La planeación hora por hora parte el día en pedazos temporales y se puede estructurar lo que se quiere hacer. Yo diría que es muy útil para quien no va de junta a junta o de cita a cita, porque grandes cantidades de tiempo sin estructurar pueden ser, contradictoriamente, el enemigo de tu lista de cosas por hacer cuando todo parece abrumador. ¿Necesitas una hora para leer las noticias y tomar el café por la mañana? ¿Necesitas un momento para comer a medio día? ¿Por la noche necesitas un par de horas frente a la TV en el sofá? Programa esas cosas. Esta fue una de las cosas más difíciles para mí dado que valoro mucho la espontaneidad y flexibilidad, pero me di cuenta que cuando no programaba tiempo específico para las cosas que no creía que me ofrecían algo valioso, o no las hacía y me resentía o las hacía por demasiado tiempo y me sentía culpable. Lo que programas demuestra tus prioridades y está bien ser honestx con lo que es importante para unx. No hago esto todo el tiempo, pero cuando estoy abrumada o me enfrento con una fecha límite específica, no es raro que me siente y planee el momento exacto del día en que me bañaré, lavaré platos, o le escribiré a mi mamá. Perdóname mamá, es por esto que no siempre puedo dejar todo y responderte inmediatamente.

 La planeación mensual ayuda cuando eres el tipo de persona que intenta recordar cumpleaños, fechas límite de pago de facturas, citas médicas hechas con meses de anticipación, compra de medicamentos, eventos. Quizá no necesites ver cada día en detalle porque tu vida no se estructura así. Pero tu renta y cuentas se estructuran mensualmente, y al menos, las planeaciones mensuales son un buen recurso para visualizar esas fechas en relación una con la otra. En cuanto a los pagos y eventos, ayuda a visualizar el orden de las cosas que hay que pagar antes de gastar. Un dato curioso: las personas con TDAH muy a menudo son impulsivos y tienen problemas para ahorrar dinero. Usualmente, estás resolviendo algún tipo de problema, y la estructura se olvida. Tener en cuenta que las cuentas tienen que pagarse y cuán lejano está el día de pago puede ayudar a poner las cosas en perspectiva.

 ¿Qué tan a futuro tengo que planear las cosas?

No te cases con un calendario anual si no es como funciona tu vida. Hay agendas que priorizan distintas unidades temporales. Todas las formas son válidas, dependiendo de la naturaleza cíclica de tus responsabilidades particulares. Sin embargo, yo diría que es bueno comprar la siguiente antes de que acabe la que está en uso para no olvidar anotar ciertas cosas. Yo ya estoy planeando cosas con meses de anticipación en el 2020. ¿Qué es este mundo? Juega con lo que se sienta bien, para descifrar si provoca ansiedad o alivio tener el año entero planeado.

¿Tienes varias estructuras u horarios al mismo tiempo en tu planeación mensual/anual o en tu vida?

No tienes que seguir un solo tipo de planeación todo el tiempo. Esto fue una revelación para mí. Las agendas tipo carpeta como la mía me dan la libertad de mover las estructuras por semanas cuando viajo o estoy de vacaciones, puedo mover las cosas cuando hago cambios de vida o cuando necesito algo refrescante, puedo saber cuánto dinero gasto en regalos de Navidad para mi familia, o cuando estoy probando algo nuevo sin tener que comprometerme a un estilo permanente. Una carpeta formato A5 es a donde finalmente llegué cuando me di cuenta que hay opciones que no son tan corporativas y ochenteras como en la película Working Girl. También puedes llevar listas de todos los libros que no quieres olvidar leer o películas que no quieres olvidar ver. Y añade Working Girl a esa lista si no la has visto ya.

¿Qué tan importante (o detrimental) para ti es combinar una agenda con el resto de tu cerebro?

Esto me lleva de regreso a la experimentación con lo que es cómodo versus lo que abruma y causa ansiedad, y es un espectro que varía para cada quien. Si te ayuda añadir "cambiar de cepillo de dientes" cada tres meses junto con las fechas límites laborales, entonces anótalo en el calendario. Para mí, esto es crítico cuando siento que estoy cayendo en episodios depresivos para ayudarme cuando no puedo tomar esas decisiones de manera saludable. No funciona todos los días, pero me ayuda a que pase a veces, y a veces es mejor que nunca cuando estás luchando para volver a agarrar un ritmo. Parece abrumador ver todas las cosas de las que serás responsable en un año una junto a la otra. Quizá una agenda exclusivamente laboral sea ideal para no tenerla cerca cuando estás tratando de desconectarte. ¡Solo recuerda revisar los lugares donde estás anotando toda la información!

 ¿Qué otra cosa tienes que sacar de la cabeza para no olvidarla?

Con respecto a esto último, date tiempo para purgar regularmente tu mente de los pensamientos que anden rondando. Muchas veces son esas pequeñas tareas que estás tratando de recordar. Escribirlas en cuanto se pueda, no importa cuan pequeñas sean las tareas, aumenta las posibilidades de llevarlas a cabo. Una vez que practicas esto, puede que te encuentres a ti mismo escribiendo ideas alocadas o inicios de proyectos. No pierdas tu genialidad y date oportunidad de actuar. Haz listas y secciones para todo tipo de información que quieras sacar de tu cerebro, porque tratar de llevarlo todo en la mente significa que perderás parte de ello y quizá sean cosas importantes las que se olviden. La lista de la compra, emails que debes contestar, el color exacto del maquillaje que necesitas. Anótalo todo, sácalo y haz espacio en tu cerebro para idear y procesar en lugar de aferrarte a la información. Es por esta razón que recomiendo encontrar una agenda que tenga muchas páginas en blanco o tener una libreta donde anotar primero esas ideas para que más tarde puedan tener un lugar más formal en la agenda.

 ¿Qué tan reflexivo tiene uno que ser?

Hay muchas agendas que actúan como un life coach. Creo que es así. Nunca he tenido un life coach. Pero puedes comprar una agenda que haga preguntas que los amigos y familiares no hacen, y que te ayude a tener un proceso para descifrar la distancia entre dónde estás y lo que quieres de tu vida. Algunas preguntaran cosas importantes. Está en boga tener objetivos y desglosarlos de acuerdo a las lecciones que has aprendido, y escribir las cosas por las que estás agradecidx, pero es porque realmente son actividades que cambian todo. Si estás buscando un compañero responsable portátil, esto quizá sea de utilidad para ti. Y tenerlo todo en un solo formato para no perder de vista esos objetivos cuando se planea el día a día. Pero quizá vives con un compañero de casa entrometido o en un ambiente de trabajo inseguro y no quieres dejar esa vulnerabilidad tan a la mano. En ese caso, ten un diario y una agenda separadas para que no te ponga nerviosx esa posibilidad o eso te impida usar tu agenda.

 ¿Qué tamaño necesito?

¡Quizá notaron que echo mucho rollo! O quizá se sienten bien escribiendo grande. O quizá te gusta dibujar alrededor de tu escritura para ayudarte a pensar. Asegúrate de tener suficiente espacio para escribir todo lo que pasa por tu cabeza, porque si te sientes coartado, dejarás de usar la agenda. Por otro lado, si te gustan los Bullet Journals codificados y eres alguien de pocas palabras, o si odias cargar una bolsa o mochila, no te limites con una libreta gigante que nunca querrás cargar, porque dejarás de usarla.

 Suena como que hay demasiadas piezas que pueden hacerte descarrilar, y si no estás convencido, lo harán. Pero si estás listx para comprometerte a probar algo nuevo que sea sólo para ti, que nadie más vea, que alimente tus pensamientos mientras te ayuda a mantener la mente lo suficientemente clara para cumplir las fechas de entrega para que puedas funcionar más cómodamente en un mundo neurotípico, inténtalo. Trata de ser suave con tu proceso de experimentación, no seas muy durx contigo mismx cuando no escribas absolutamente todo; no te rindas para crear un sistema nuevo, personalizado para ti mismx, debes estar orgullosx de la forma diferente en que tu cerebro funciona. Tu creatividad y manera de inventar son fortalezas. Y adelante: programa una siesta. Te la mereces.

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