Preguntas a unx organizadorx sindical: ¿Cuáles son las ventajas de un staff sindicalizado para lxs mánagers?

Queridx Organizadorx Sindical:

Obviamente, el beneficio principal es para lxs trabajadores. Sin embargo, he estado pensando que seguramente hay beneficios para la organización y hasta para lxs mánagers si el staff está sindicalizadx. Quizá signifique que el staff se quede más tiempo en sus empleos, se me ocurren ahorros económicos debido a menor rotación de empleadxs, por ejemplo. ¿Pueden compartir algunos beneficios para poder apoyar el caso de la sindicalización aún más?

—Mánager Alentadorx

Queridx Mánager Alentadorx:

¡Me gusta la forma en la que piensas! Esta es una gran pregunta. La sindicalización brinda muchos beneficios para las compañías. Cuando se discute la sindicalización, generalmente lo pintan como un desacuerdo contencioso entre lxs trabajadores y la administración, pero es una manera muy reduccionista de pensar la situación.

Quiero presentarte una de mis pensadoras favoritas: Zeynep Ton. Es economista por el MIT y profesora, y escribió uno de mis libros favoritos, The Good Jobs Strategy (La estrategia de los buenos empleos). Más de 25 años de investigación han mostrado que ‘los buenos empleos’ aumentan la productividad, bajan los costos de rotación de empleadxs, ¡y aumentan las ganancias!

Ton habla sobre la falsa compensación que el capitalismo nos ha vendido: la mentira de que sólo recortando los costos de la mano de obra se puede ofrecer servicios o productos costeables a lxs clientes. Ton argumenta que en realidad los estándares operacionales altos y la constante inversión en lxs empleadxs es la fórmula mágica para aumentar las ganancias y bajar los precios.

No olvides que: tu organización sigue siendo un negocio, a pesar de tener el estatus ‘sin fines de lucro’.

Los servicios y productos a los que tu organización infla el precio son: batallas legales, organización local, compilación de información para investigación innovadora, abortos, papanicolaus, profilaxis de preexposición y anticonceptivos reversibles de larga duración. Tenemos la obligación de mantener esos productos accesibles y costeables. También tenemos obligaciones hacia nuestrxs donadores y otorgantes: ser buenos guardianes de la inversión que hacen en nuestra visión.

Pero los beneficios de la sindicalización van más allá de los centavos y dólares. Una organización sindicalizada le aporta fondos al sindicato por cada hora de trabajo. Es muy similar a los impuestos al salario, y esta cuota del empleador ciertamente es una carga para el presupuesto de la organización. Pero su empleador no está invirtiendo en el sindicato sin obtener nada a cambio.

A los sindicatos les encanta encontrar maneras para apoyar las habilidades y conocimientos de sus trabajadores. Los sindicatos mandan a sus miembros a conferencias y a menudo cubren los costos de la educación continua o cuotas para que el staff sindicalizado pueda mejorar y a su vez mejorar la cultura del espacio laboral.

Las cuotas también se usan para costear la operatividad del sindicato y proveer planes de seguro a sus miembros. Con un sindicato, quienquiera que se encargue de Recursos Humanos tendrá una menor carga de trabajo. Un sindicato le da al mánager de Recursos Humanos más tiempo para dedicarse a las demás tareas: como evaluaciones anuales, examinar los aspectos problemáticos de la cultura interna del espacio laboral, investigar maneras innovadoras de administrar al staff y apoyar a lxs empleadxs, además de buscar candidatxs talentosxs para contribuir al crecimiento de la organización.

Tener un contrato colectivo de trabajo también significa que la administración no tiene que negociar con cada empleadx de manera individual los salarios y los aumentos.

Los sindicatos formalizan la comunicación entre supervisores y trabajadores. Un contrato colectivo establece un plan de acción muy claro para abordar los problemas entre colegas, para desafiar a lxs supervisores que tengan comportamientos abusivos, o si lxs trabajadores necesitan confrontar directamente la discriminación en el espacio laboral. Con un sindicato, no hay necesidad de  una ‘Política de puertas abiertas’, que normalmente carece de vías comunicación en forma y usualmente es inaccesible para la mayoría de lxs empleadxs vulnerables. Honestamente, puede ser muy intimidante hablar con lxs jefes para decirles que algo nos está molestando. Además, una ‘política de puertas abiertas’ no significa nada si no hay un sistema formal para reportar y  responsabilizar, o si no se implementan protecciones para lxs trabajadores tras presentar sus quejas o expresar sus inconformidades al cruzar estas puertas abiertas. Aparte, la ‘Política de puertas abiertas’ se vuelve una simple metáfora cuando se trabaja a distancia.

Es más probable que los problemas, conflictos, y quejas se resuelvan internamente y más rápido cuando hay un procedimiento de agravios y representantes del sindicato en quienes lxs empleadxs puedan confiar. Particularmente para lxs empladxs Q/T/BIPOC, hablar sobre discriminación y microagresiones con una figura de autoridad puede ser aún más intimidante. Puede ser sumamente traumatizante. Además, es mucho menos probable que lxs empleadxs necesiten apoyo público o de los medios para sentir que son escuchadxs y que sus problemas son tomados en cuenta y abordados de una manera que les satisfaga.

Un contrato colectivo brinda ímpetu a lxs trabajadores para determinar las condiciones laborales. Si a alguien no le gusta cómo se llevan las cosas, está inconforme con cuánto está ganando o con el costo del deducible de los seguros médicos, un jefe con un sindicato puede simplemente decir: «No me lo digas a mí, cuéntaselo a tu representante sindical».

El mayor beneficio de la inversión en un sindicato para lxs trabajadores es la red internacional de apoyo sindical. Una vez que se han sindicalizado, las Internacionales, lxs aliadxs y toda la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) están comprometidxs con asegurarse que tus puertas sigan abiertas.

Cuando los empleos sindicales están en riesgo, los Sindicatos apoyan y cuando eso pasa, vienen con mucho poder popular, influencias y dinero. A medida que continuamos organizándonos, podemos pedir que los Movimientos Sindicales apoyen a los movimientos por la Justicia Reproductiva, y no se sabe cuánto podemos lograr.

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